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May 2, 2009

Santiago Fort Barberá: liberemos al ciudadano de la necesidad del dinero para subsistir: Alternativa o Utopía?

Como siempre, depende de nosotros. Tú, yo, nosotros. Momento a momento, respiro tras respiro.

Hoy, Santiago Fort Barberá, de Barcelona, España, me escribió diciendo: “Hola, ayúdame a comunicar esta idea.” Y resultó no ser una mala idea. Y tú, qué opinas?

“Imaginemos la tierra, o país por país, como una caja fuerte que contiene los certificados de vida de todos sus habitantes. Estando todos de acuerdo en considerar que la “vida tiene valor”, podemos pensar un capital metafórico equivalente al oro, que circule como moneda de cambio.

A tal fin, el Estado crea el Banco de Vidas y dota, de por vida, a todos sus ciudadanos, de una tarjeta electrónica, de uso limitado, que permite comprar productos y servicios de primera necesidad (alimentación, vivienda, salud, educación). Se emite el capital en el instante del pago mediante transferencia, avalada por los certificados de vida de todos sus ciudadanos, es decir nosotros, valedores de este capital metafórico.
Utilizar el sistema de pago electrónico, es el mecanismos necesarios para controlar y distribuir la riqueza que se inyecta en el mercado. El benéfico desahogo que esto representa para la economía mundial, y para la persona, es histórico y trascendental.

Tener cubiertas las necesidades básicas de subsistencia no nos libraría del trabajo. El trabajo continuaría siendo necesario para cubrir el resto de necesidades. Si se quiere un coche, electrodoméstico, una vivienda, etc… se tendrá que comprar con el beneficio del trabajo o el capital propio. El hecho de que no haya trabajo para todos no seria un problema de supervivencia, ni sería un problema de consumo. Los productos que no son considerados de primera necesidad no podrían ser comprados con la tarjeta de vida. Cada ciudadano podrá usar esta tarjeta para comprar los productos y servicios básicos. Con el dinero propio, obtenido con el trabajo o con la inversión del capital, podía comprar el resto de productos y servicios.

Podríamos decir que se trata de un “Sistema Capitalista Dual”. Por una parte está el capitalismo de intercambio (clásico y moderno), y por otro, el capitalismo metafórico (trascendental y humanitario). Los dos sistemas van de la mano. El capitalismo metafórico nace para suplir las deficiencias del capitalismo de intercambio. Pretende acabar con las miserias del hombre en estado de pobreza. Dignificar la vida de aquellos que no llegan a tener un sitio en el sistema, o se ven desempleados o incapacitados, sin que el ciudadano que contribuye con su trabajo a crear riqueza se vea perjudicado. Todos estamos vivos y podemos disfrutar del pago con tarjeta de los productos básicos que sean de primera necesidad, (gasto limitado por persona y día).

El sistema capitalista no se vería afectado en su principios básicos, al contrario se vería reforzado. El empleo seguiría siendo necesario para poder disfrutar de los beneficios del trabajo en la Sociedad de Bienestar. No se verían afectados los principios de la ley de la oferta y la demanda. La riqueza que se generaría revertiría en beneficio de todos.

En el capitalismo dual se ve superada la contradicción; riqueza-pobreza. Representa poco para el rico y mucho para el pobre, y sin embargo a los dos les cuesta lo mismo.

Estamos de acuerdo en que la vida tiene valor, cosa que no hay que ni preguntar, pues “todos estamos de acuerdo”.

Hay que decir que hasta el momento, los países que disponen de ayudas estatales para la supervivencia, obtienen el dinero de los impuestos, es decir de sus ciudadanos. El estado seguiría recaudando impuestos para sufragar sus necesidades. El hecho de que el Banco de Vidas fuera quien cubriera las necesidades básicas de sus ciudadanos, facilitaría al Estado bajar los impuestos, o redirigir el capital de los impuestos hacia otras necesidades. Esto es libre elección de cada país.

Con el sistema que propongo se generaría una riqueza duradera. Podríamos imaginar que se ha encontrado un filón de oro inagotable pero limitado en su extracción. Hemos encontrado el filón de la vida. Es una nueva riqueza que se suma a la ya existente. Un capital para pagar las necesidades y servicios básicos, que no saldría de los impuestos, sino de este filón de vida metafórico.

El capital no estaría custodiado en la caja fuerte del Banco de Vidas, sino que lo que contendría esta caja serían los certificados de vida de los ciudadanos, que a medida que hiciesen uso de su tarjeta de vida, el capital se iría extrayendo del Banco de Vidas en el momento que se hiciese efectiva la transferencia del capital, por el pago del gasto realizado por el uso de dicha tarjeta.

La previsión de la demanda es fundamental para que este “sistema dual” funcione correctamente. Uno de los puntos que se podría criticar de esta idea es el de que se generaría inflación. Se tiene que prever y controlar, ajustando la oferta a la demanda . El uso de la tarjeta es limitado a una serie de productos y servicios de primera necesidad. Estos, quizás, serían los inflacionarios, pero la realidad sería que continuaríamos siendo el mismo número de personas que querríamos comprar pan, y la procedencia del dinero no influiría en este sentido. Por otra parte, para evitar la inflación, antes de implantar este sistema, se tendrían que crear los medios de producción necesarios para satisfacer la demanda. Aumentando la oferta de acuerdo a la demanda se evitaría la inflación. Los mecanismos de control por parte del Estado serían los mismos que ahora, reforzados.

Concretando un poco más:

En Alimentación, se podrá pagar con tarjeta una serie de productos de primera necesidad. Esta función de la tarjeta estará limitada a una cantidad diaria suficiente para alimentar a una persona. En el momento de la compra con la tarjeta de vida la cantidad es ingresada en la cuenta del comercio por el Banco de Vidas. El comercio posteriormente acudirá a su banco con los comprobantes de la compra, el banco comprobará que todo es correcto y comunicará al Banco de Vidas las anomalías, si las hubiere.

Para facilitar la compra familiar, en el caso de formar un núcleo familiar, de dos o más personas, se sumará la cantidad del limite individual de cada miembro a cada tarjeta del núcleo familiar, considerando el uso de estas tarjetas como una única tarjeta, con un único saldo.

En este ámbito, con la mayoría de edad, las persona adulta adquiere el control de su tarjeta. Si lo desea, puede decidir en todo momento entre la modalidad familiar, si suma su limite diario al del núcleo familiar, o la modalidad individual, y pasar a tener el limite individual en su tarjeta.

Los trabajadores de la Salud y la Educación tendrán su nómina proveniente del Banco de Vidas y podrán sacar el dinero de su banco, como siempre. El usuario también tendrá los mismos derechos que hasta ahora tiene en su país. Si se adopta este sistema los derechos a la salud y la educación podrían generalizarse a todos los países.

En el caso de la Vivienda, será de primera necesidad. El Estado a través del Banco de Vidas obtendrá el capital para (de momento) – es una posibilidad – habilitar espacios-nichos tecnológicamente preparados, al estilo japonés, para las personas que no tienen un sitio para dormir y dejar sus cosas. Todos los ciudadanos que lo necesiten podrán utilizar estos servicios gratuitos. Los trabajadores del servicio de vivienda también tendrán su nómina proveniente del Banco de Vidas. Pueden existir otras posibilidades. Mi propuesta es minimalista.
Es así de sencillo. Si estamos todos de acuerdo en que la vida tiene valor, podemos hacerlo. Lo importante ahora es dar a conocer esta idea al mayor número de personas posible.

De esta crisis también saldremos. Aprovechemos el momento para mejorar el sistema.

Un paso más en la transición de la Historia.”

Para leer más sobre el tema, visita:
http://valordevidautopiadeseadalametafora.blogspot.com/2009/04/valorvida.html#comments

Que todos los seres en la Tierra sean felices,
yeye

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